Epidural

Traumas por no recordar, crónicamente un toser el solemne perdón de que todos nos equivocamos. No resulta sensato, pues desde que mi himen fue destrozado supe que para crear debía tener más que útero, más que corazón. El haber nacido libre me ha encadenado a un destino que se construye con mi esfuerzo parturiente, que con la epidural no siento.
Respondo a la sed y a las sonrisas, dentro de una catarata de agua roja me pinto para la guerra de mi pobre razón. Respondo con voz de grandeza para que la cita con la soledad de la mañana se vaya lejos de este pequeño trance.
A la espera de tenerte dentro, divago contra el viento para buscar las medidas de la voluntad, truncada por la verdad de tener que mirar adelante cunado me hubiese quedado quieta en el pasado, en el día en que fui feliz.
Traumas en la pierna izquierda.
Moretones múltiples.
Laceraciones en el pobre corazón.
Neurismas
Costillas rotas
Quizás un brazo amputado
Si escribiera en verso sería buena poeta, de esas que se jactan de ser poetas con P.
Espadas cruzan mi destino, hijo de un esfuerzo parturiente, que con la epidural no siento.