Terminas con mis manos rotas, termino en mi mente sobria, llena de lugares comunes, común. Llena de gritos y abrazos que llegan a la nada, de tu esperma quemante que ensució mi alma con razones claras de que no soy para ti, de que no soy.
Buscando sinónimos para expresar el dolor de manera vil, para que no se sepa que estoy sola en mi cama, pensando quizás en desaparecer de buena forma, de buena gana. Porque no sé perder cuando estoy desnuda y desnudada desde las entrañas más de una vez fui tuya, aunque de lejos me vieras, aunque prefieras los cariños de una niña solapada.
Termino sola con ajenas manos que buscaré en otros lares, lugares comunes, común. Lo que me faltaba de escrito lo plasmé con las manos en ti, sobre ti y para ti.
No me arrepiento de lo vivido, vivo a tu lado cual parásito que toma forma en tus brazos y en mi boca que fue tuya como de la vida, que se ha posado en un minuto en las raíces de la hombría de que no soy para ti, de que no soy.
Y que sólo, sola, soledad es mi Buenos Aires querido, como escapar es mi fuerte, fuerte piso la espuma que se deshace hoy en mi mente, virtualmente muerta porque no quiero túneles para salir adelante ni atrás.
No quiero más amor, no quiero más de mí. Quiero responder por ti, aunque duela para los demás, aunque duela para que otro más se vaya y se vuelva con cara dura, mi cara dura se desfigura, desconfigura.
Llorar, alternativas provocadoras como sangrar hasta la pensión alimenticia y quizás no se entienda, pero se acabó, se acabó mi persona sobre los niveles del mar, porque no sé pensar de otra forma que no sea frío, porque me muero congelada, una vez más muerta una vez más sola, una vez más se acabó.
Buscando sinónimos para expresar el dolor de manera vil, para que no se sepa que estoy sola en mi cama, pensando quizás en desaparecer de buena forma, de buena gana. Porque no sé perder cuando estoy desnuda y desnudada desde las entrañas más de una vez fui tuya, aunque de lejos me vieras, aunque prefieras los cariños de una niña solapada.
Termino sola con ajenas manos que buscaré en otros lares, lugares comunes, común. Lo que me faltaba de escrito lo plasmé con las manos en ti, sobre ti y para ti.
No me arrepiento de lo vivido, vivo a tu lado cual parásito que toma forma en tus brazos y en mi boca que fue tuya como de la vida, que se ha posado en un minuto en las raíces de la hombría de que no soy para ti, de que no soy.
Y que sólo, sola, soledad es mi Buenos Aires querido, como escapar es mi fuerte, fuerte piso la espuma que se deshace hoy en mi mente, virtualmente muerta porque no quiero túneles para salir adelante ni atrás.
No quiero más amor, no quiero más de mí. Quiero responder por ti, aunque duela para los demás, aunque duela para que otro más se vaya y se vuelva con cara dura, mi cara dura se desfigura, desconfigura.
Llorar, alternativas provocadoras como sangrar hasta la pensión alimenticia y quizás no se entienda, pero se acabó, se acabó mi persona sobre los niveles del mar, porque no sé pensar de otra forma que no sea frío, porque me muero congelada, una vez más muerta una vez más sola, una vez más se acabó.