La moda es ser disidente
Jun. 26th, 2011 10:20 pmQuemé papeles por montones tratando de olvidar. Tiré la casa por la ventana y la recogí durante madrugadas infinitas. Dije que sí a las mentiras más olímpicas y volví a ser yo. Pero la moda es ser disidente, así que acá voy.
Estoy aboslutamente en contra de los engaños en toda su extensión consecutiva y abiertamente disgustada con las noticias locales sobre el hambre de mal de algunos circusntanciales agentes de la vida. No quiero ver más llantos por mi ventana y pretendo sufragar a favor del aborto por haber desechado relaciones antes de su nacimiento.
Colmé las calles de lamento y corrí en contra de guanacos tutelares, como dirían por ahí. Nunca asistí el homicidio de los ideales, por muy ruines que fueran los comprometidos. Salté charcos de resentimiento, pero el tuyo lo asumo como mío. Por momentos, me drogué con las palabras que hoy intentaron escapar y rodé por dunas de "no +".
Amagos de incendios, pedreadas de las más pesadas burbujas que en mi vida percibí, lluvia de ideas, incluso palabras para un santo. Intenté dejar tirados momentos desangrándose, pero siempre volví por otro intento. Y es olvido, pero la moda es ser disidente.
Pero suele ser lo que no hacemos lo que define, lo que importa. A mi favor debo decir que nunca mentí, no juré en vano y jamás me paré de la mesa sin pedir permiso. De algo valdrá mi intento por ser yo, las mañanas que invertí y las tardes sin terminar.
Abogo porque al final nos ajusticie la vida, porque sea una existencia en su justa medida y mi alma es renocorosa. Porque la igualdad sea la premisa, porque mi enemigo esté a la altura de la circunstancia. Porque el trabajo sea recompensado y mañana estés en mi cama.
La moda es ser disidente, llevar el estandarte de la inconformidad. A mí me basta con llenar estas horas y con que mañana los cambios se lleven adheridos al alma, no sólo a sea un vestido, no sea sólo el modelo que siguen las masas, sino que sean las masas.
Me puse un poco panfeltaria, pero la moda es ser disidente...yo sólo abogo por la libertad y porque mañana estés sentado en mi cama.
Estoy aboslutamente en contra de los engaños en toda su extensión consecutiva y abiertamente disgustada con las noticias locales sobre el hambre de mal de algunos circusntanciales agentes de la vida. No quiero ver más llantos por mi ventana y pretendo sufragar a favor del aborto por haber desechado relaciones antes de su nacimiento.
Colmé las calles de lamento y corrí en contra de guanacos tutelares, como dirían por ahí. Nunca asistí el homicidio de los ideales, por muy ruines que fueran los comprometidos. Salté charcos de resentimiento, pero el tuyo lo asumo como mío. Por momentos, me drogué con las palabras que hoy intentaron escapar y rodé por dunas de "no +".
Amagos de incendios, pedreadas de las más pesadas burbujas que en mi vida percibí, lluvia de ideas, incluso palabras para un santo. Intenté dejar tirados momentos desangrándose, pero siempre volví por otro intento. Y es olvido, pero la moda es ser disidente.
Pero suele ser lo que no hacemos lo que define, lo que importa. A mi favor debo decir que nunca mentí, no juré en vano y jamás me paré de la mesa sin pedir permiso. De algo valdrá mi intento por ser yo, las mañanas que invertí y las tardes sin terminar.
Abogo porque al final nos ajusticie la vida, porque sea una existencia en su justa medida y mi alma es renocorosa. Porque la igualdad sea la premisa, porque mi enemigo esté a la altura de la circunstancia. Porque el trabajo sea recompensado y mañana estés en mi cama.
La moda es ser disidente, llevar el estandarte de la inconformidad. A mí me basta con llenar estas horas y con que mañana los cambios se lleven adheridos al alma, no sólo a sea un vestido, no sea sólo el modelo que siguen las masas, sino que sean las masas.
Me puse un poco panfeltaria, pero la moda es ser disidente...yo sólo abogo por la libertad y porque mañana estés sentado en mi cama.